El panorama indie no deja de regalarnos joyitas, y más concretamente, joyas pertenecientes al género metroidvania. Algunos nombres se han instalado en el panteón de grandes obras, sobrepasando a los títulos que nombran al género. Ender Lilies: Quietus of the Knights ha llegado para hacerse un hueco en dicho altar, para dar un grito y reclamar un puesto más que merecido ahí arriba.
La lluvia sobre Finisterra
Lo que más logra capturar de este juego es una historia que, siguiendo los pasos de From Software, se nos narra de manera fragmentada. Mediante el entorno, pequeñas notas que encontramos y breves cinemáticas, iremos descubriendo la historia de la tierra de Finisterra y su aciago destino a manos de la impureza. Junto a esto podremos saber más sobre nuestro personaje, Lily, y los espíritus que purificará y la ayudarán en la aventura.
Nos enfrentamos a una historia realmente dramática, de pérdida y dolor, de resistir un destino inescapable y que también nos habla sobre la identidad y el peso que otros nos colocan sobre los hombros. Una pesada lluvia ha comenzado a caer en Finisterra, extendiendo la impureza por cada rincón y enloqueciendo a todos sus habitantes. Sólo quedará a salvo nuestra joven protagonista, que se abrirá paso combatiendo a personas corrompidas por la impureza, condenadas a una inmortalidad sin conciencia, sólo dolor e ira.
Pureza contra corrupción
El hecho de que nuestra protagonista sea un niña blanca y pura no es casualidad. Haciendo un gran contraste con un mundo podrido y oscuro, veremos como el peso de ser una Doncella Blanca hace mella en Lily, pero que a pesar de eso continúa hacia adelante porque es su deber. Un deber impuesto por sus predecesoras, una línea sanguínea de heroínas trágicas cuyo deber era sostener la impureza del mundo para que otros viviesen en paz.
Es una historia injusta, una en la que ves a unas muchachas delicadas y frágiles soportando el peso del mundo, y que, a pesar de ser ayudadas y acompañadas por varios personajes, deben seguir llevando dicha carga a solas. El querer aliviar a estas niñas de su deber es una constante en muchos de los que encontraremos, pero que por desgracia terminaron sucumbiendo a la impureza. Lily es el último destello de esperanza en este mundo oscuro y acabado, en este lugar dónde la palabra esperanza ya no existe, y nosotros la acompañaremos hasta el final viendo como la impureza se manifiesta en ella.
Porque en los pequeños detalles es dónde más nos narra este Ender Lilies. En el hecho de que al principio la pequeña Lily no mire cuando usa algún espíritu para atacar, pero conforme sube de nivel y se vuelve más experimentado combate mirando al frente, sin miedo a lo que debe hacer. Veremos como pasa de ese blanco puro y brillante a un rojo podrido, con el vestido sucio y el pelo cada vez menos humano. Cada animación de Lily está pensada para narrarte la evolución de esa frágil criatura que deberá atravesar un infierno y crecer en él.
Sin final feliz
Ninguno de los personajes que encontramos (y combatimos) ha tenido un final feliz. Todos acaban corrompidos y llenos de ira, transformados en seres que sólo desean matar y acabar con la luz de Lily. Al purificar a los jefes más importantes, tendremos acceso a una pequeña cinemática que nos narrará el final de dicho personaje, y alumbrará un poco sobre como era su forma de ser y sus anhelos. Esto provoca que empaticemos con unos espíritus que usaremos para combatir o desplazarnos por el mapa (para ponernos muy tristes porque no somos monstruos sin alma). He disfrutado mucho con la historia y el world building de este Ender Lilies. Ha logrado llegarme al corazón y provocarme curiosidad y ganas de querer saber más.
Saltos, espíritus y esquives
La jugabilidad del título refuerza esa idea de que Lily es sólo una niña frágil. Ella por sí sola sólo puede saltar, correr y esquivar. Con la ayuda de diversos espíritus, podremos hacer frente a los enemigos combatiendo y superar los obstáculos con habilidades secundarias.
En este segundo apartado tenemos el clásico del metroidvania. Conseguir una habilidad nueva (como el salto doble) y hacer backtracking para llegar a una zona a la que anteriormente no podíamos acceder. En este caso todo este proceso se hace agradable gracias a los viajes rápidos, lo hermoso del paisaje y el buen diseño de niveles del que hace gala el juego, que conecta las zonas con una maestría digna de elogio. La exploración y el plataformeo son bastante agradables, ya que Lily se maneja perfectamente bien y responde de maravilla.
Combatiendo impureza con impuros
El punto más débil de este título es su combate. Con esto no digo que sea malo, ni muchísimo menos. Tienes una gran variedad de espíritus que te permiten combatir como quieras, puedes tener hasta seis equipados y alternar entre ellos rápidamente y con facilidad. Además de esto, los jefes están hermosamente coreografiados, y aunque el hecho de que telegrafíen tanto sus ataques le resta dificultad al título, siguen siendo muy disfrutables.
No, el combate no es nada malo, pero es la única pega que le puedo poner a un juego tan redondo. La falta de sinergias entre espíritus o esa falta de dificultad (que a veces se dispara de forma injusta en algunas salas) hace que sea algo más flojo de lo esperado. Pero repito, combatir en este juego es divertido, experimentar con espíritus distintos le da frescura al asunto y el poder esquivar con Lily o hacer un parry en el momento justo es muy satisfactorio. Pero es una sensación de que podría haber dado más de sí.
Mapas de podredumbre
Como ya he dicho, el backtracking tiene peso (es un metroidvania, así que esto era obvio). Los secretos y coleccionables abundan en Finisterra, y por suerte el mapa nos ayuda a conseguir ese 100% que tanto nos invita a conseguir este Ender Lilies. El coloreado de los cuadrados de cada zona cambiará de azul a amarillo si hemos encontrado todos los secretos y coleccionables de dicha zona. Aunque los rectángulos o cuadrados que representan cada escenario no son de mucha ayuda para orientarte, cada zona no es tan grande como para que te puedas perder, por lo que es una molestia menor.
Y hablando de coleccionables, tendremos que separarlos en varias secciones. Tenemos fragmento de amuletos, que aumentan nuestra vida máxima, cadenas mágicas que nos dan un hueco extra para equipar reliquias, las propias reliquias que nos ofrecen bonus o habilidades de distinta índole, oraciones de doncellas que mejoran la curación y fragmentos impuros, objetos que sirven para mejorar los espíritus y subirlos de nivel. Todo esto conforma el principal modo de progresión del juego que complemente a la subida de nivel de la propia Lily.
Escenarios tristemente hermosos
Finisterra es uno de los lugares más bonitos y decadentemente tristes que he visitado en un juego. Su estilo 2D es precioso cuando quiere serlo y aterrador cuando necesita introducirte en su atmósfera triste y desesperanzada. Todo está hecho para generar una atmósfera tan llena de pena y nostalgia que es imposible que no te mueva un poco el corazón. Desde las animaciones de Lily y el resto de personajes hasta cada pequeño detalle del escenario que nos narra lo acontecido en algunas zonas, todo va sumando para crear un juego realmente hermoso en lo visual. Sin duda alguna este es uno de sus puntos fuertes para venderte el juego, pero llega incluso a palidecer con su punto aún más fuerte. La banda sonora.
Elegía de piano y voz
Amo la BSO de Ender Lilies. Melodías tan tristes, pero con tintes de esperanza que te acompañan a lo largo del juego, que te hacen sentir pequeño, nostálgico, apenado o con fuerzas para continuar. Una OST que recordará a las de Nier Automata y que logra ser aun más espectacular en sus jefes. Canciones que empiezan tristes para dejarte claro que tu tarea es una piadosa. Pero que cuando llegas a la fase final del combate aumenta en intensidad, llenando tu alma de eso que sólo la música puede. Es precioso, y cada sentimiento que el juego provoca en ti con su historia o sus animaciones se ve intensificado enormemente por la maestría de la que hace gala en lo sonoro. Cuando Lily muere, no grita, no suena una música ominosa de “Has muerto”, sencillamente suena como un cristal roto y nuestra protagonista se deshace, sin pena ni gloria en este cruel mundo arrebatado de toda esperanza.
El fin del mundo
La Finisterra auténtica, es decir, Finisterre, es el fin del mundo según los Romanos. Es curioso que se haya elegido este nombre para traducir el nombre en inglés (Lands End) para dejar claro que estamos en un lugar tras el cual no hay nada más. Aunque avancemos no encontraremos nada, la desesperanza está ahí acechando constantemente. O tal vez no. Ender Lilies no sólo nos cuenta una historia triste, con personajes dramáticos y con una protagonista que tiene en sus manos más deber del que debería tener nadie (no digamos ya, una niña). Este Quietus of the Knight pretende darnos esperanzas, hacernos ver que, aunque sintamos el peso del mundo sobre nuestros hombros, no está mal apoyarse en otros para continuar y seguir luchando. Que incluso en los momentos más oscuros sigue existiendo luz. El fin quizás no es el fin, Finisterre no es el fin del mundo, y el Diluvio que esparció la impureza por todos lados no tiene porqué ser el final de esa tierra que antaño fuera hermosa.
Recomiendo este juego a todo aquel que ame los videojuegos, a los fanáticos de los metroidvania (es un indispensable) y a aquellos que deseen empaparse de esta historia hermosa y accesible para mucha gente. Ender Lilies: Quietus of the Knights se merece un Next Level y entrar en mi top personal de juegos favoritos.
