Inicio Análisis Cris Tales, un hermoso relato de aventuras y viajes en el tiempo – Análisis Switch

Cris Tales, un hermoso relato de aventuras y viajes en el tiempo – Análisis Switch

La hermosa magia del tiempo y el buen gusto

Por Daniel Jimenez

El tiempo es un elemento que se ha usado varias veces en múltiples medios. Cine, literatura, cómics y videojuegos no son ajenos al uso del flujo del tiempo y los viajes por el mismo. Normalmente esto suele acarrear unos dolores de cabeza debido a las famosas paradojas temporales y las discusiones que se levantan a raíz de estas. Cris Tales decide usar esto como una pieza de su combate y la resolución de puzles (además de la historia), y lo hace bastante bien.

Este título de Dreams Uncorporated y SYCK (distribuido en España por Tesura Games) pone sobre la mesa un estilo gráfico único y hermoso y una jugabilidad interesante que logra darle un giro al ya clásico combate por turnos.

Relatos temporales

Cris Tales nos pone en la piel de Crisbell, una huérfana que enseguida se ve envuelta en una guerra contra la Emperatriz del Tiempo, siendo poseedora de unos poderes que la marcan como crononomaga y acompañada de varios personajes pintorescos y aventureros. Cris Tales no inventa nada en lo que a historia respecta, aunque cabe destacar el cómo maneja las decisiones que tomamos a la hora de cambiar el futuro (pequeñas decisiones que tomemos en el presente tendrán repercusiones en el futuro). Quizás lo que más duele es lo acelerado que parece ir todo a la hora de narrar los acontecimientos, y lo confuso del comienzo.

Comenzamos en media res, es decir, a mitad de la acción, combatiendo contra una serie de enemigos (a modo de tutorial) hasta llegar a un enemigo imposible de derrotar. Esto nos hace volver al pasado y jugar durante una hora para llegar a ese mismo punto. Una decisión extraña que no tiene mayor impacto en la historia, pero que confunde un poco.

La capacidad de Crisbell para ver el pasado, presente y futuro de un lugar a la vez será clave para la historia.

A toda velocidad

A partir de aquí todo se desarrolla muy rápido. No hay tiempo para reflexionar sobre las consecuencias de ser una cronomaga, o de usar una espada que dejan claro que podría ser dañina para la joven Crisbell. Hay que avanzar y avanzar, dejando a veces las cosas a medio cocer. Esto se equilibra con algunas historias secundarias que logran dotar de mayor personalidad y profundidad a unos personajes que podrían resultar sólo simpáticos, pero que terminas por pillarles cariño.

Cris Tales dura unas 30 horas, de las cuales creo que se usan pocas para desarrollar algo mejor la historia y que no de esa sensación de ir deprisa y corriendo. Aún así, lo que se nos cuenta y los personajes (a pesar de caer en algunos clichés típicos de la fantasía y los JRPG) es interesante y logra tenerte esperando que vendrá a continuación.

La historia se irá desarrollando, teniendo puntos como este en el que tendremos que tomar una decisión cuya repercusión veremos en el futuro.

Espadas, magia y tiempo

Una de las dos cosas que más me ha enamorado de este Cris Tales ha sido su jugabilidad. Me asustaba un poco que el tema de usar los viajes en el tiempo para los combates terminase cambiando, pero el abanico de posibilidades que te aporta (sobre todo con los bosses) hace que se mantenga fresco constantemente.

Nos encontramos ante un JRPG que se ha declarado como una carta de amor a los clásicos de este género, y se nota. Se respira ese amor y, por suerte, no se ancla en las cosas que han quedado más desfasadas de estos. Combates por turnos sí, pero actualizados y más interesantes. Posibilidad de crear builds, pero de una manera simplificada para que no te obsesiones tanto por los números y la optimización. Es un título accesible…menos cuando comienzas.

Los comienzos siempre son difíciles

La dificultad de Cris Tales es de las cosas más irregulares que me he encontrado. El comienzo se hace durísimo, debido a los pocos recursos que te dan para sobrevivir. Se consigue muy poco dinero, lo que se traduce en conseguir menos objetos curativos. Esto te termina llevando a situaciones peliagudas e incluso muertes absurdas por ser incapaz de defenderte de enemigos duros. El hecho de que las tiendas de campaña sean la única fuente de curación cuando no estás en una ciudad y que estas cuesten casi más dinero del que vas a reunir en las cinco-seis primeras horas de juego, es algo que desespera. Por suerte todo se pasa y entonces la dificultad comienza a disminuir hasta convertirse en algo asequible y normal.

Por desgracia este no es el único fallo. Los combates son lentos, muy lentos. En Nintendo Switch los tiempos de carga se alargan un poco (y que no haya ninguna animación cuando entras a un combate aleatorio no ayuda). Esto se suma a las largas animaciones del propio combate de cada personaje y enemigo y se te quedan combates que se extienden más de lo que deberían. Al menos las animaciones son preciosas y las combinaciones de ataques son agradables de ver.

Los combates serán tensos y algo largos, pero resultan realmente divertidos cuando no has matado mil veces al mismo enemigo.

Tiempo y estrategias

Pero los combates (cuando no intentas grindear) son divertidos, y cuando llegas a un boss el juego brilla muchísimo. Al entrar a una pelea nuestros personajes se situarán en el centro de la pantalla, teniendo a izquierda enemigos que podremos enviar al pasado y a la derecha unos para enviar al futuro. Cuando haces esto sin nada más, consigues que esos enemigos cambien de forma (que envejezcan o rejuvenezcan) provocando un cambio en sus estadísticas y ataques. Y esto es genial, porque te tienen constantemente rascándote la cabeza para descubrir que versión es mejor para hacerle frente con tu equipo actual, y por supuesto, para ver los diseños de cada etapa del enemigo.

Pero estos saltos temporales se pueden combinar con otras habilidades. Moja a un enemigo con un hechizo de agua y mándalo al futuro para oxidar su armadura, envenénalo en el pasado y tráelo al presente para que el veneno actúe de golpe, o planta semillas explosivas en el presente y mándalos al futuro para que exploten en área. Tienes muchísimas combinaciones de ataques con estos viajes en el tiempo, y saber explotarlas será clave en muchos bosses que serán como pequeños puzles a resolver.

Además cabe destacar el juego de ritmo que oculta Cris Tales, en el que si pulsamos el botón de acción en el momento justo de nuestro ataque haremos más daño, y si lo pulsamos para defender reduciremos el daño recibido.

Todo lo demás es de JRPG clásico. Equipo de 3 personajes en combate (el resto estará a la espera de que los metamos al equipo) que podremos equipar, subir de nivel para que mejoren y aprendan hechizos nuevos y tabernas y mercaderes en los que gastar nuestras monedas ganadas con sudor.

A nivel jugable es un gran título que por desgracia se hace lento por cosas como tiempos de carga, combates alargados por animaciones demasiado trabajadas y la velocidad constante de Crisbell para caminar (por favor, poned un botón de correr).

Cada pelea nos tendrá en vilo explorando las distintas versiones de un mismo enemigo en distintas etapas de su vida.

Belleza de vitral

No exagero al decir que Cris Tales es uno de los juegos más bonitos que he jugado últimamente. Se ve genial. Todos los diseños rebosan vida y originalidad. Y el hecho de tener tres versiones de cada cosa (enemigos, NPCs y ciudades) hace que valores el gran trabajo hecho en este departamento. Es hermoso en cada rincón y detalle, desde sus trabajadas animaciones hasta los personajes menos importantes. Sólo puedo deshacerme en alabanzas ante semejante lección de cariño a la hora de crear un mundo tan bonito.

Por supuesto esto se extiende a una preciosa OST que cumple con la epicidad necesaria para los momentos clave y las melodías cargadas de sentimientos para el resto. Además cuenta con un buen doblaje para prácticamente cualquier personaje, lo cual se agradece muchísimo.

Me ha enamorado en lo artístico y ojalá se viesen más juegos así.

Cris Tales es un juego artísticamente precioso que nos regala imágenes como esta.

Envainando la espada

Cris Tales es un juego irregular pero que hará las delicias de los fans de los JRPG. Logra ser esa carta de amor que promete y sin embargo es valiente para librarse de ciertos lastres del género (en sus representantes más clásicos). Un título muy recomendable, a pesar de que absorberá muchas horas de tu tiempo esperando a algo como que cargue una pantalla, que se acabe un combate o que Crisbell llegue del punto A al B (por favor dejadla correr).

Y como queja personal, señalar que todas las imágenes de este análisis son sacadas de internet debido a que en la versión de Switch no podía hacer capturas por alguna razón que desconozco.

Aunque de primeras se haga algo duro por la falta de recursos, en cuánto logras hacerte al título y cómo funciona, acabarás con una sonrisa mientras avanzas por una historia interesante y unos combates divertidos y desafiantes.

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