Inicio Nexel FM Pixel Sonoro 2 x 04 – Once Compositoras que Impulsaron la Industria: Entre Equipos, Música y Pseudónimos.

Pixel Sonoro 2 x 04 – Once Compositoras que Impulsaron la Industria: Entre Equipos, Música y Pseudónimos.

Por Pixelsonoro

Si a ti, lect@r de Nexel y/u oyente de Pixel Sonoro, aficionad@ al mundo del videojuego seguramente, te decimos nombres como Kinuyo Yamashita, Satoe Terashima, Mieko Ishikawa o Ayako Mori, quizá te quedes así como estás. Tal vez no te digan nada personalmente. Pongamos que además te decimos que se trata de compositores relevantes en la historia del videojuego. Entonces, lógicamente puesto que antes no te sonaban, le darás total credibilidad sin pensar en nada más, y esto asumiendo que has jugado o al menos has oído hablar de las diferentes sagas a las que contribuyeron con sus composiciones. Entonces tú, ignorante en este ámbito, te das cuenta de que realmente son mujeres, compositoras. Lamentablemente, te despistó el hecho de que muchos nombres japoneses nos suenan demasiado neutros, incluso confusos en cuanto al género. Piénsalo, quizá alguna vez te ha pasado.

En los primeros ochenta…

En el nuevo episodio de Píxel Sonoro, lejos de tratarse de una mera reivindicación del enorme papel que han jugado las compositoras en el ámbito musical (en Japón al menos), tratamos de ofrecer al oyente algunas claves de un fenómeno que, incluso hoy en día, nos sigue privando de conocer con total seguridad la autoría de la banda sonora de algunos títulos que se produjeron en el país del sol naciente en la década de los ochenta y principios de los noventa. Y es que, más allá del discurso puramente americano que nos cuenta que la industria sufrió un importante receso hacia el año 1983, en Japón para entonces se había cogido ya mucha ventaja en lo que se refiere al desarrollo de videojuegos. Así, en la primera mitad de los ochenta, una compañía concretamente le otorgó al sonido del videojuego la importancia capital que se merecía y se merece. Esta fue Namco, en cuyo seno se lanzó el primer videojuego con música contina sonando durante el gameplay: Rally X, cuya composición corrió a cargo de Nobuyuki Ohnogi. Mítico compositor primigenio, fue autor también de la música de títulos como Mappy o el primer Galaga.

Xevious, un juego crucial por varias razones.

Alrededor del año 1981 ingresaba en Namco una joven Yuriko Keino, quien en 1982 pondría música a dos de los títulos más importantes de su tiempo y muy influyentes en los años siguientes. El primero de ellos fue Dig Dug (si lo has jugado o te suena al menos eso quiere decir que eres friki y además viejun@), un juego que destaca, en el apartado sonoro, por su especial implementación de su música, que suena de forma continua únicamente cuando el personaje se desplaza. El segundo del que te hablo aquí fue un shooter de naves de scroll vertical llamado Xevious. Este último, quizá no te parezca un bombazo si lo escuchas (a mi no me lo parece), pero su música remixeada abría el que es considerado el primer disco publicado sobre música de videojuegos. Video Game Music era lanzado en 1984 bajo el sello Yen Records. Su autor, uno de los miembros de la relevantísima Yellow Magic Orchestra, fue Haruomi Hosono, quien escogió, entre otras piezas de juegos de Namco, la música de Xevious y Dig Dug para versionarlas.

Definiendo la atmósfera sonora de lo que debe ser un buen juego de aventura y mazmorras

Ese mismo año 1984 se enrolaba en Namco otra joven promesa como compositora y diseñadora de efectos de sonido. Junko Ozawa, quien había mostrado desde muy joven un gran talento al piano, se arriesgó a entrar en el farragoso terreno de la composición para computadoras. Porque, como bien es sabido, durante mucho tiempo el que quería dedicarse a la composición para videojuegos debía saber programar y viceversa. Suena lógico, efectivamente, y también era complejo. Junko Ozawa participó entre 1984 y 1985 en algunos títulos que después también serían particularmente relevantes para la industria de años posteriores. Entre ellos Gaplus, también conocido como Galaga 3, Dig Dug 2, y sobre todo The Tower Of Druaga. Este último, lanzado para recreativa en 1984, fue particularmente notable puesto que, de algún modo, sentó las bases del sonido que nosotros asociamos hoy a la música de videojuegos de aventuras, mazmorras, fantasía, rol… etc. Un título que ya remitía al barroco y al clasicismo para explicar el viaje del héroe, con un estilo que recuerda terriblemente a sagas como The Legend of Zelda y especialmente a Dragon Quest.

Por si esto fuera poco, también en 1984, Haruomi Hosono lanzaba una especie de secuela del disco Video Game Music titulada Super Xevious, que contenía remixes de temas de Yuriko Keino y Junko Ozawa, entre ellos claro, la música de los créditos de The Tower of Druaga. Animo al lector o lectora que, independientemente de que se anime a darle click al enlace al programa de Píxel Sonoro, o a cualquier otro que trate esta temática (en especial recomiendo los dedicados a las compositoras del veterano programa Del Bit a la Orquesta), bucee en youtube en busca de estos títulos y juegos para que, además de informarse mejor, adquiera una perspectiva más completa de lo que supusieron estas dos compositoras para la industria incipiente de principios de los años ochenta en Japón.

The Tower of Druaga

Escondid@s bajo pseudónimo

Este nuevo programa se creó para reseñar el trabajo de algunas compositoras que quizá ha pasado desapercibido para muchos, pero también para hablar de la situación en la que se encontraban compositores y compositoras, por igual, en un tiempo en que era habitual que se integrasen en las desarrolladoras en el seno de sus equipos de sonido y que su identidad fuese ocultada deliveradamente. En Japón, el modelo de compositor compositor de videojuegos durante los ochenta y principios de los noventa, se desenvolvía dentro de una compañía, dentro de un equipo, a diferencia del modelo occidental del compositor freelance que trabajaba por su cuenta. Y era habitual que la política de la compañía desarrolladora en cuestión obligase a sus emplead@s a firmar con pseudónimo en los créditos de los juegos (si es que los había) o incluso en su código, ojo. Sobre decir que, a la postre, esto ha dificultado sobremanera la tarea de poner cara e identidad a la música de muchos títulos. Pues bien, aún podemos añadirle más leña al fuego o, para más INRI, como dicen por aquí, la autoría de estas piezas se diluía aun más cuando llegaban los ports de las versiones arcade a las compatibles y el autor del port, o de la música del port, era otra persona. Uno de los casos más sonados ha sido el de el juego Commando (1985, Capcom), cuya música para la recreativa original corrió a cargo de Tamayo Kawamoto, compositora que se inspiró en la banda sonora de películas bélicas como Los Doce del Patíbulo o Desaparecido en Combate. Sin embargo, en muchas webs podemos encontrar como única referencia a la autoría de la música a Ron Hubbard, quien trabajó en la versión de Commodore 64, totalmente diferente. Y esto es debido, en parte, a que Commando no incorporaba una pantalla de Staff Roll como tal.

Pantalla de Inicio de Commando

Como me estoy extendiendo demasiado para lo que es una entrada sobre un podcast, no puedo dejar de recomendaros que investiguéis por vuestra cuenta para ahondar más en este asunto. Tenéis más detalles en el programa de esta semana, desde luego, pero también una amplia gama de fuentes fiables para profundizar. Os digo las mías:

  1. Entrevistas a las compositoras publicadas en la web Video Game Music Online y en manuales de referencia como The Cambridge Companion to Game Music.
  2. Artículos de prensa, y en especial, todo lo relativo a la columna Vandal Game Music, de Edgar S. Fuentes. De este mismo autor, la antología Requiem Para el Jefe Final, publicada por Héroes de Papel.
  3. Webs de datos que se dedican a esclarecer la información relativa a los créditos de diferentes obras musicales: Discogs, VideoGameMusicDataBase o MobyGames.
  4. Los propios programas de radio y podcast. En especial Del Bit a la Orquesta de Anwar Sánchez, programa de referencia en habla hispana.

Y sin más dilación aquí tenéis una ventanita al programa en Spotify, aunque ya sabéis que estamos en IVOOX si queréis suscribiros o comentarnos, en Applepodcasts, Pocketcasts, Goodpods, Podnation… ¡Y en NexelFM por descontado! Seguidnos en Twitter y Facebook: @PixelSonoro. Ya sabéis, siempre con música.

https://open.spotify.com/episode/74BmZ0o30LSLBjShffiThM?si=0bd9d675f11e4258
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