Inicio Análisis Death’s Door, el trabajo no mata a nadie (o sí) – Análisis PC

Death’s Door, el trabajo no mata a nadie (o sí) – Análisis PC

La necesaria aceptación de la muerte

Por Daniel Jimenez

La muerte, ese gran misterio que la humanidad no es capaz de resolver, pero que los cuervos sí. Al menos en Death’s Door sabemos que se dedican al noble negocio de la recolección de almas, sustituyendo a nuestra queridísima parca. Pero no todo es color de rosa en la vida de estas nobles aves que te sacan los ojos si las crías. Algo va realmente mal en este mundo gris y burocrático.

Death’s Door es una de esas agradables sorpresas repletas de diversión y humor que nos regalan desde Devolver Digital con cierta asiduidad, y la cual vamos a desgranar.

De cuervos y puertas

El título de Acid Nerve nos deja sobre la mesa una premisa sencilla, las almas se cosechan por cuervos de un mundo burocratizado y gris. Pero estos cosechadores empiezan a tener problemas debido a la escasez de almas. Sí, el universo se está quedando sin almas nuevas que recolectar, por lo que el mayor temor de cualquier humano adulto se divisa en el horizonte…el paro.

Y a pesar de lo sencillo de esta historia, nos deja unas cuantas tramas interesantes sobre los que no están y una reflexión sobre la importancia de una parte tan aterradora de la vida como es el final de esta. Siempre en tono de humor, Death’s Door nos guía por las aventuras de un plantel muy variopinto de personajes que logran destacar lo suficiente para que les pillemos cariño.

Recorrer esos mundos estancados, conocer a los seres que los habitan y poder aceptar la muerte como una parte natural del proceso de estar vivos es sin duda una de los placeres que este título nos ofrece y es, sin duda, uno de sus puntos destacables, pero no el único.

Una historia que en principio parece despreocupada pero que intenta dejarnos un mensaje importante.

Del gris al color

Otro de los apartados que logran llamar la atención es el arte. El anterior juego de Acid Nerve, Titan Souls, contaba con un pixel art resultón que lograba meterte en ese mundo solitario habitado por criaturas gigantes a las que dabas caza. Death’s Door se despega totalmente de lo anterior, ofreciéndonos un 3D en lowpoly que es genial.

Logra resaltar cada escenario y personaje, dotándolo todo de un aura única, oscura cuando lo requiere y llena de humor cuando así lo desea. Destacando el diseño y animaciones de nuestro protagonista (que al estar quieto se mueve como un pájaro de verdad) y los personajes que conoce, pasando por sus bosses hasta llegar a entornos realmente bonitos y cargados de encanto.

A esto podemos añadirle el gran contraste que se hace entre el mundo de los cuervos y el resto, pasando de ese gris burocrático y sin vida a una paleta de colores llenos de vida que nos recuerdan de dónde venimos y a por qué venimos.

La BSO es genial en algunos temas, pero por lo general no es excesivamente destacable. Cumple muy bien con su función y logra darte ese subidón necesario en los combates, pero que se hace algo repetitiva en los momentos de exploración (que no son pocos). Caben destacar los temas de los jefes que sí que son memorables.

Del gris del mundo cuervo a los colores del resto de mundos.

Peleas de cuervo

Death’s Door es un juego divertido de jugar, y esto no es moco de pavo. Porque a pesar de sus limitaciones logra mantenerse fresco y entretenido. Nos enfrentamos ante un juego que bebe mucho de los Zelda más clásicos, en los que explorar tendrá cierto peso, pero cuyo encanto reside en combates y en sus mazmorras.

Es un juego básico, podremos hacer un ataque ligero, uno fuerte, esquivar y lanzar magia. El tipo de magia podremos cambiarla en un instante para pasar de un arco, a una bola de fuego o un gancho.

Cada hechizo que encontremos cumple una doble función, la primera es como herramienta de combate, la segunda como una de exploración. Iremos desbloqueando nuevas zonas, atajos y secretos conforme consigamos más de estos artefactos mágicos. Y si bien esto podría dotar al combate de un poco profundidad, lo cierto es que no es del todo así.

Terminas dependiendo más de tus golpes cuerpo a cuerpo y esquives que de otra cosa (hasta que desbloqueas el gancho) por lo aparatoso que es apuntar, el bajo daño que tienen estas habilidades especiales y el hecho de que estén limitadas (aunque se recarguen con tus golpes a melé).

Un título cuyo humor rebosa hasta en los combates contra bosses.

Armas aviarias

En cuanto a la variedad de armas, Death’s Door tampoco nos ofrece demasiada. Podremos conseguir hasta 5 armas distintas (siendo una un paraguas que tampoco es que sea muy útil, pero es resultón). Si existiese algún tipo de ventaja contra ciertos enemigos, algo muy destacable entre cada una de ellas, quizás explotaríamos mejor la posibilidad de cambiar entre armas. Pero al final terminamos con la que más nos guste o la última que hayamos conseguido.

Sí, hay ciertas diferencias en los stats. Más daño, más velocidad de ataque, mayor número de golpes que puedes dar… pero esto no es motivo suficiente para cambiar entre armas una vez has decidido una como la que usarás. Porque sí, la forma de jugar varía en función de lo que uses, pero esto queda en algo casi anecdótico y que quizás uses si te aburres de combatir con tu espada de cabecera.

Poca variedad de armas sin diferencias muy destacables más allá de tus preferencias.

Lo divertido de cosechar almas

Y a pesar de esto, los combates siempre son trepidantes, combatiendo a variantes de los cinco mismos enemigos y a los bosses y mini bosses. No tienes un momento de respiro cuando luchas, y siempre buscas esa manera en la que ganar con estilo a tus enemigos.

Si bien Death’s Door no es un juego difícil, es lo bastante desafiante para dejarte con buen sabor de boca cuando ganas sin llegar a frustrarte cuando no lo consigas. El título de Acid Nerve nunca deja que te aburras combatiendo. A esto le añadimos el aliciente de usar las almas recolectadas para mejorar nuestras habilidades y tenemos un sistema entretenido que nos da la sensación constante de avance y mejora.

Aunque hay un punto negativo en la jugabilidad y ese es, la exploración. Puede llegar a ser frustrante lo laberíntico de ciertos lugares y lo críptico que es a veces si quieres encontrar los coleccionables que el título ofrece, los cuales son necesarios para desbloquear el final verdadero. No ha sido un juego que haya disfrutado recorriendo varias veces como si me pasa con otros, y es una pena por lo bonitos que son los escenarios.

Fin de una vida de cuervo

Death’s Door es un gran juego. Es divertido, tiene un gran sentido del humor, te entra por los ojos y los oídos y logra hacerte llegar ese mensaje que te habla de la muerte, sobre que es parte de la vida y debemos aceptarla. Tiene sus fallitos aquí y allá y te deja con ganas de más debido a su corta duración, pero es una de esas compras de las que nadie se va a arrepentir, sobre todo los fans de los Zelda y hack n slash. Por aquí me quedo con ganas de ver lo siguiente que nos traerán desde Acid Nerve.

Todo debe terminar para que algo nuevo comience.

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