De vez en cuando aparecen, casi de la nada, juegos que acaparan la atención de todo el mundo. Son casos como el de Fall Guys, Among Us, Genshin Impact, o el más reciente Tower of Fantasy. El juego que toca esta vez es Omega Strikers, un free to play 3 contra 3 de ciencia ficción de fútbol, de la mano de Odyssey Interactive. Esta especie de Windjammers con personajes de anime tiene apenas 5 días de vida pero se ha hablado bastante por redes sociales y que tiene bastante más chicha de la que parece.

¡Juguemos al fútbol!

Lo que más destaca del juego a primera vista es su estética. Aquí no se anda a medias tintas, su principal referente es el anime. Tanto en el diseño de sus personajes como en su espectacular forma de controlar el balón, que realmente es un disco, pero los goles se marcan igual. Aquí entra lo segundo en lo que destaca el juego, tenemos una variedad de héroes (strikers) con personalidades y habilidades distintas para elegir.
La magia del juego consiste en que estas habilidades las podemos usar tanto en el disco como en los contrincantes. El pelearse, literalmente, con el equipo contrario para hacerse con el control del partido es parte esencial del juego. Les podemos pegar para aturdir al enemigo o echarle del mapa durante unos segundos para conseguir ventaja. Cuando más nos peguemos más subiremos de nivel y más rápido nos moveremos, lo que nos hará más fácil el perseguir el disco.
Esta especie MOBA de fútbol quiere que sintamos el frenetismo de los partidos. Las partidas, que duran aproximadamente 5 minutos, están hechas para ser experiencias caóticas pero rápidas. Esto hace que las derrotas se sientan menos duras y que siempre queramos echar otra más.
¿De dónde viene?
Parte de lo que llama la atención de Omega Strikers es este formato fresco y sencillo, con una estética llamativa y con partidas cortas. Sin embargo, sólo con esto podría haber caído en este pozo de juegos con ideas interesantes que se pierden por las listas de Steam. Si este juego se ha dado a conocer ha sido, principalmente, por la publicidad que le han dado distintos streamers y creadores de contenido por sus redes sociales. Algunos de estos son grandes caras de la escena norteamericana como MoistCritikal o Dyrus, ex-jugador de Team SoloMid.
Y es que parece que el estudio sabe por dónde moverse para darse a conocer. Odyssey Interactive, el estudio canadiense que ha desarrollado el juego, fue fundado hace a penas dos años por el ex trabajador de Riot Games, Richard «MapleNectar» Henkel, que había sido uno de los creadores de Teamfight Tactics. Este mismo estuvo celebrando ayer por Twitter que habían llegado al cuarto puesto de visualizaciones en Twitch.
Dentro del propio juego podemos incluso unirnos a un clan de algún streamer en concreto para luchar en un ranking mundial a cambio de recompensas. El equipo de Odyssey Interactive está apostando por crear una comunidad de jugadores que apoyen al juego al largo plazo.

Los retos de Omega Striker
Aun con todo, Omega Striker sigue siendo un juego que está dando sus primeros pasos. Aun con el apoyo de los creadores de contenido y con su interesante jugabilidad, nada garantiza que el apoyo de la comunidad se mantenga en el tiempo. El juego está encaminado en, lo que considero, es una buena dirección. Tiene planeadas ya varias actualizaciones para arreglar errores de interfaces que podemos encontrar de vez en cuando y también la salida de 4 personajes más en los próximos dos meses.
Incluso podemos encontrar, casi inevitablemente en este tipo de juegos, un pase de batalla con cosméticos especiales que intenta enganchar a los jugadores para que sigan jugando. Habrá que ver también la presencia de este juego en la escena competitiva, pues parece también apuntar en esa dirección, y si despierta todavía más intereses en la ya anunciada versión de móviles.
En definitiva, Omega Strikers es un juego muy divertido que se enfrenta al reto de no caer en el olvido por su comunidad. Yo espero sinceramente que se haga un hueco entre los acaparadores del discurso del juego como servicio. Creo que es una pena cuando juegos con gran cantidad de cariño y talento detrás se quedan en el olvido por su comunidad y por sus propios desarrolladores.